Desde hace un tiempo ya en mi casa empezamos a recoger los famosos "tapones solidarios" , cada vez que metía un tapón en la bolsa me preguntaba ¿por qué específicamente los tapones? por eso he estado investigando sobre el tema de los tapones solidarios, así que, si también os lo habéis preguntado alguna vez, ahí van algunas respuestas:
Las familias que hacen una recogida solidaria de tapones venden estos a empresas recicladoras de plástico a un precio que puede llegar a los 300€ la tonelada. Pero por qué esas empresas no buscan el plástico una vez separados los residuos en los propios vertederos, lo que seguramente les saldría mucho más barato? O ¿por qué no comprar cualquier recipiente en lugar de sólo tapones, como me preguntaba antes?
En primer lugar, el tipo de plástico de los tapones es de mejor calidad que el plástico de otros envases y además casi la totalidad corresponden a plásticos de tipo 2 o 5, que no son tóxicos, lo que facilita su reciclado al ser un producto más uniforme.
Todos hemos visto los logotipos que indican que un material es reciclable. Se trata de una variación de la
Cinta de Moebius.
Si os fijáis, dentro de ese logotipo hay usualmente un número. Ese número indica el tipo de plástico de que se trata:
En segundo lugar, son objetos bastante compactos. A igualdad de peso, el volumen que ocuparían otro tipo de envases sería ingente, por tanto con los tapones se reduce el volumen final y la manipulación es mucho más fácil.
En tercer lugar, las tapas y tapones suelen estar mucho más libres de residuos que los envases en sí mismos.
Y por último, pero no menos importante, la empresa de reciclaje los recibe en su misma puerta, con lo que se ahorra el gasto de transporte inicial, que no es desdeñable y, en muchas ocasiones, los recibe ya clasificados.
Efectivamente. Antes de esa entrega en la puerta de la empresa de reciclaje, hay un gran trabajo hecho por voluntarios: Ese amigo o ese bar al que le llevas los tapones de tanto en cuanto, no solo los recoge sino que él u otra persona tiene que desplazarse con todos ellos al lugar donde los reúnen y normalmente los clasifican. Una clasificación bien hecha puede redundar en una subida de precio y es un trabajo que ocupa a bastante gente y que luego vende a unos 550€/tonelada.
Ese es el verdadero trabajo solidario y la mayoría de las veces no pensamos ni siquiera en ello.
El objetivo final se logra porque se forman redes de recopilación de millones y millones de personas, ya que es algo que no cuesta ni trabajo (de todas formas los vas a echar al cubo del reciclado de plástico) ni dinero, así que guardar tapones en tu casa para cualquier causa solidaria está bien, pero si nos implicamos realmente en la cadena, está mejor.
